Dios y yo ¡Mis experiencias espirituales!
¡Dios te bendiga, querido lector! El libro Dios y yo... mis experiencias espirituales, es un relato de varios testimonios y experiencias personales que durante mi caminar con Dios he tenido y que deseo compartirlas contigo. Tú, al igual que yo, somos parte de su máxima creación y como Padre Nuestro siempre se ha mantenido en comunicación con nosotros. La Biblia dice que Dios se comunicaba directamente con muchos de sus hijos como Adán, Moisés, Noe, Samuel, Daniel, etc. Dios es el mismo, no tiene sombra de variación y si lo hizo con nosotros estoy bien segura de que también contigo lo hará. Esta es una herramienta que él ha depositado en nuestras manos para activar nuestra fe y reconocer que le servimos al Dios vivo y de poder. Estas hermosas experiencias las he vivido por la gracia de Dios. Desde mi juventud hasta la más reciente y súper especial fragmento en mi vida en el Campamento de Damas en noviembre del 2018. Muchas veces hablamos de nuestras convicciones religiosas, pero carecemos de las vivencias espirituales que son la fortaleza y confirmación de lo que predicamos. Hay una de las experiencias que me agrada mucho El Celular, porque puedes ver como Dios, siendo Soberano y Omnipotente, no deja de ser un padre amoroso y con ternura al cuidado de su hijo. Permitiendo que una oración tan sencilla y un celular vinieran a ser herramientas tan poderosas en la vida de una joven dama para testimonio de su gloria. Una muy impactante es La liberación, donde el poder de Dios liberta mi alma de una esclavitud bajo el dominio de satanás, para que hoy pueda ser testigo de su misericordia y comprensión. El Trono de Dios, es uno de las más sublimes porque confirma la majestuosidad y soberanía de Dios. La posesión por el Espíritu Santo porque el Soberano Dios nos demuestra que todos podemos ser vasijas de su honra si permanecemos limpios y fieles ante su presencia. Todas las experiencias de una manera u otra, sé que impactarán tu vida. Adelante, confía, pues sin fe es imposible agradar a Dios.-- Julia M. Brignoni