Tu Partida Se Volvió Poesía
El dolor de una ruptura amorosa es un fuego que no se apaga fácilmente; asimismo, es inevitable que no debilite el corazón por un tiempo. Creemos tenerlo todo cuando nos tomamos de las manos y cruzamos las miradas, cuando el silencio se junta con los besos o cuando simplemente sabemos que estamos en compañía de alguien. Todo parece brillar en ese entonces. Sin embargo, el verdadero reto viene después de eso: lidiar con esos recuerdos acompañados de noches en vela, un café caliente y un cielo nocturno. Esos días, donde luchas por hacer caso omiso a tus memorias, solo para que el día no termine tan doloroso como de costumbre. Estos versos son escritos especialmente para los que viven con los desgarradores recuerdos de una despedida repentina; para aquellos que amaron y no obtuvieron el mismo privilegio; y finalmente, para los que siguen de pie, aunque su corazón esté deteriorado.
-- Kelly D. Aguilar Galeano