6 tipos de finales de libro y cómo dominarlos
Toda gran historia tiene un final (¡buuu!), pero la buena noticia es que tú, como autor, puedes elegir cómo quieres que sea ese final (¡viva!). Cuando se trata de ficción, no todos los finales son iguales: cada libro dicta la conclusión que tiene más sentido para la historia. A veces los finales están guiados por las expectativas del género, y otras veces el autor sorprende a los lectores de una forma que no esperaban. En cualquier caso, uno de tus deberes antes de terminar tu libro es decidir qué tipo de final vas a emplear. ¿No sabe cuál elegir? Hemos reunido 6 finales de libro comunes. Sigue leyendo para conocer cada uno de ellos y saber cómo escribirlos con eficacia.
1. Final resuelto
Todos los cabos sueltos se atan en un final resuelto, dejando al lector sin preguntas persistentes. Todas las tramas llegan a una conclusión natural y los hilos argumentales se resuelven. En muchas historias, especialmente en los cuentos de hadas y las novelas románticas, se habla de un final feliz para siempre, en el que el libro concluye con una nota alta y satisfactoria. Un giro divertido es el final Happy For Now, que crea una sensación de esperanza y optimismo. Sin embargo, no todos los finales resueltos son felices: muchas tragedias famosas tienen finales resueltos a pesar de ser tristes o deprimentes. La palabra clave aquí es resolución (no la emoción asociada a ella).
2. Final no resuelto / Cliffhanger
Por el contrario, los finales no resueltos dejan intencionadamente a los lectores con más preguntas que respuestas. Una técnica popular para los finales no resueltos es el cliffhanger, un recurso argumental que crea conmoción y suspense y hace que el lector quiera más. Los autores de series utilizan los cliffhangers para animar a la gente a leer el siguiente libro de la serie. Puede dejar a su protagonista en peligro, a punto de tomar una decisión importante o en una carrera contra el reloj. Los cliffhangers no deben usarse si no hay una historia que continúe la historia (véase más abajo Finales ambiguos, un tipo de final no resuelto que se usa para libros independientes).
3. Final inesperado
¿Alguna vez ha terminado un libro y ha pensado: «No me lo esperaba»? Lo más probable es que acabes de leer un final inesperado o con un giro. Este tipo de final de libro se utiliza a menudo en thrillers domésticos y psicológicos. El truco para dominar un final sorpresa es no hacerlo predecible: debe sorprender de verdad al lector mediante presagios estratégicos y dejando caer miguitas de pan por el camino. Los giros no deben utilizarse «porque sí» o para resolver problemas argumentales de una manera que no sea natural para la historia. Los mejores finales inesperados crean tal sorpresa que permanece en el lector mucho tiempo después de la lectura.
4. Ambiguo/Abierto
Ambiguo, por definición, significa estar abierto a o tener varios significados o interpretaciones. Por lo tanto, un final de libro ambiguo es aquel en el que cada lector llega a sus propias conclusiones sobre lo que ocurrió o podría ocurrir en el futuro. Es subjetivo: los lectores pueden estar en total desacuerdo con su propia interpretación. Cuando se hacen bien, los finales ambiguos dejan al lector con multitud de posibilidades, y se anima a los lectores a sacar sus propias conclusiones. Algunos lectores los adoran y otros los detestan.
5. Final del círculo completo
También conocido como final atado, es cuando la historia termina donde empezó. Puede ser tan sencillo como utilizar la misma frase o escena de apertura y cierre (lo que a veces se denomina «bookending», porque, al igual que los finales de los libros, el principio y el final coinciden). Un tropo común es el Viaje del Héroe, a menudo utilizado en la mitología y los cuentos populares, donde el protagonista experimenta un viaje repentino o inesperado y debe encontrarse a sí mismo, seguido de un regreso triunfal a casa. Una advertencia sobre los finales en círculo es que a veces pueden parecer inútiles para el lector, por lo que los autores deben asegurarse de que el viaje o la historia tengan sentido y merezcan la pena.
6. Final ampliado / Epílogo
Un final ampliado suele producirse en un epílogo, donde la narración salta hacia delante. Algunos epílogos saltan días, meses o incluso años en el futuro. Otros cambian de perspectiva o de narrador. No todos los libros con epílogo requieren un prólogo: ambos recursos literarios tienen finalidades distintas. Una ventaja de los finales expandidos es que permiten al autor resolver preguntas sin respuesta que no era posible responder en la narración principal. En consecuencia, los lectores suelen sentirse satisfechos con los epílogos como conclusión de una novela. Una nota importante sobre los epílogos: No deben ser demasiado largos. La mayoría de los epílogos no superan la extensión de un capítulo típico de un libro, y muchos son incluso más cortos.
Algunos autores tienen planeado el final de su libro desde el principio (plotters), mientras que otros lo van descubriendo sobre la marcha (pantsers). No hay nada correcto o incorrecto, sólo una preferencia personal por lo que funciona para ti y tu historia. A la hora de elegir el tipo de final, tenga en cuenta lo que parece natural y lógico y lo que se espera de su género. Si aún no estás seguro, prueba a escribir más de un final y luego compara y contrasta el impacto de cada uno. La buena noticia, al fin y al cabo (valga el juego de palabras), es que cuando estás escribiendo el final, lo más probable es que te estés acercando a la meta.